Casa de los Cross.

Tema: Casa de los Cross. Dom Mayo 31, 2009 3:50 am

Propiedad de los Cross.
-Kaien Cross.
-Jessie Cross Kuran.
-Spike Cross Kuran.

Invitado

Nada más llegé a mi casa, desde la academia, en el pueblo, deje todas mis maletas de la mudanza en mi habitación. Hanabusa me seguía, claro.

-Vamos hanabusa -le dije a mi fiel mascota acariciandole la cabeza entre las orejas-. Vamos a pescar.

Cogí mi caña, 10€, un par de bolsas y un jugete para Hanabusa, y me dirigí al embarcadero de Kii.

Invitado

Llegué a la enorme casa y me dirijí a mi cuarto. Por el camino pude ver que Jessie ya habia pasado por alli a dejar las cosas, pues se habia dejado la puerta de la habitacion abierta. Sonreí. Llegue a mi cuarto, puse sobre la cama mi unica mochila,donde llevaba lo necesario, y empeze a colocar la ropa y los libros. Coloque la mochila, sobre las silla del ordenador y me acoste sobre la cama, no sin antes abrirle la ventana a Tanuki, mi pequeño mapache, para que entrara y saliera cuanto le apeteciera.

Invitado

Me levanté de la cama y salí de mi cuarto. Me acerque a la cocina para ver si habia algo de comer, no encontre nada, exepto una coca-cola en la nevera, la cual me bebí, me senté sobre el sofa a ver la tele, en vista de que no ponian nada bueno, me recosté sobre la cama y hojeé una revista METAL HAMER, en la cual salia un reportaje de mi grupo de musica favorito: KIZZ, con un poster gigante, del mismo.

- Algun dia- murmuré- Mi grupo sera tan bueno como ellos

Invitado

Llegé a la puerta de mi casa, y saqué las llaves. Metí una llave en la cerradura, y abrí la puerta. Hanabusa entró corriendo hacia la habitacion nuestra, saltó a la cama, y luego volvío hacia mi, luego derrapó en el suelo, y salió corriendo al salon cocina, todo nervioso.

-Tranquilo Nabi, Tranquilo. -le dije a Hanabusa-. ¡Spike! -grité llamandole-. ¡Ya llegé!

Dejé los 6€, 1 moneda de 1€ y un billete de 5€, encima de la mesa, junto con la bolsa de la compra, para que cogiese lo que quiera. Yo fuí a mi habitacion, y apoye la caña, y vi que Nabi habia ido a la habitacion y lanzo las cajas, que bruto es. Recogí las cajas, que de milagro no se abrieron, y las puse al lado de la caña. Los peces, los saqué de la bolsa en la que los guardé. Los llevé a la cocina y los metí en el congelador. Me quité las botas de pesca, y cogí el uniforme, y me fui a la ducha.

-¡Me voy a la ducha! -avisé a Spike-. ¡Si llega papá, diselo, y ninguno de los dos useis agua caliente, que sino, ademas de mataros, me dejais sin agua caliente!.

Entré al baño, y deje la ropa encima del toallero. Me desnudé, y me metí en la ducha. Encendí el agua, y puse el hidromasaje, para que me diera un amasaje en los hombros. Me enjabone y me lavé el pelo. ME quedé asi un rato, con el agua golpeandome en los hombros, dandome un ligero masaje.

Invitado

Sonreí, me habia quedado medio dormido en el sofa, con la revista aun en las manos. El paso del "Huracan Jessie" siempre me despertaba. Me levanté del sofa y fui en busca de la comida. Saque la bolsa con las naranjas y saque dos de ellas, bien grandes y apetitosas a simple vista, hice un juego de malabares con ella. Rebusqué un poco mas en la bolsa, pero no encontre nada de beber. Hice una mueca de desagrado.

- ¡Te faltaron las bebidas!- le grité- ¡Quedate la vuelta y haste un regalo!

Saqué la bandeja de ternera y la guarde en la nevera.

- Tanuki- llamé- ¿Donde te has metido, pequeño ladron?, tengo una naranja para ti.

Tanuki no aparecia, no estaba en la casa o ya lo habria visto. "Ya aparecera" me dije, siempre hacia lo mismo, cuando tenga hambre, volvera por casa. Me senté en el sofa y espere a que Jessie saliera de la ducha, hacia tiempo que no la veia, tenia ganas de hablar con ella.

Invitado

-¡Pues te jodes! -grité desde la ducha, saliendo a coger una toalla, pero justamente, me enredé con mis propios pies, y me caí-. ¡Ay! ¡Viste que has hecho idiota! ¡Me he caído!.

Me levanté, me sequé, y me puse el uniforme, con la toalla me seque un poco mi largo pelo, y salí del baño hasta la mesa, a coger el dinero para salir a comprar bebidas. Sabía que se me había olvidado algo...

-¡Nabi! -grité cogiendo el dinero-. ¡Quedate aquí, voy a comprar bebidas!

Me respondió con un ladrido. El ya sabía que ahora era libre, podía salir, o irse por ahí. Cuando me dirigía hacia la puerta, le pegé una colleja a Spike en el pelito negro que tenía detras, es como el yin yang, alante blanco, detras negro... Pero aun así, me gustaba... Creo que tengo posibilidades de salir con el, porque es adoptado, de una familia sangre pura, al aprecer extingida, no se sabe el nombre, así que le adopte en la mia... Es raro... Pero bueno, mis padres se casaron, y eran hermanos... ¿Que inconveniente hay?

Invitado

Cuando senti la colleja, me levanté rapidamente y la salí corriendo tras ella.

- Alto ahí pequeña- le dije sonriente- No te enfades, solo te lo recordaba, anda, te acompaño.

Le quite el dinero de las manos con un rapido movimento y echo a correr, el supermercado estaba cerca, asi que seguro llegaba antes, aunque no dudaba que me cojeria por el camino. Me viro y le saco la lengua, acompañado de un güiño de ojos. Era mi manera de desafiarle a una carrera.

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-¡Jajaja! -me reí-. Carreras a mí... No me atraparas...

Salté y me subí a los tejados, empecé a correr saltando de uno a otro, llegé al cual el estaba pasando por debajo, y le adelante, llegé a la puerta, entré, y me puse a coger 4 botellas de Nestea, a 1€ cada una, un pack de 6 latas de coca-cola, de 5'90€ y una botella de agua de 2 litros, de 1'10€

Invitado

Nada más llege al tejado de casa, me tiré por la gran ventana del techo de mi habitación, me puse de puntillas en el suelo para frenar una cauda brusca, y vi que Nabi venía asustado hacia mi, por si me pasaba algo, seguídamente le abracé, y espere a Spike, que entrase por la puerta, la puerta del techo de mi habitacion, la cerre por si las moscas...

Invitado

- ¡Idiota!- me dije

Salte al tejado de casa, cuando vi como entraba por la ventana de su habitacion, para entrar detras de ella, pero ya la habia cerrado. Gruñí. Corrí por el tejado hasta la ventana de mi habitacion, bajando por la pared.

- Pobre Jessie- murmuré- Nuestras habitaciones estan unidas, por un pazadizo bajo el suelo.

Abrí la trampilla que unia nuestros cuartos y lo cruzé hasta llegar a su cuarto. Sali detras de ella sin que se diera cuenta.

- ¡Bú!- grite detras suyo

Invitado

No me asusté, es más, pensé que era un ladrón, y de un giro, le pegé un codazon en toda la cara. Cuando vi quien era...

-¡Spike! -dije poniendome las manos en la cara-. Mira que eres tonto...
Le había dejado en el suelo, sangrando por la nariz... Cogí de debajo de la cama una pequeña bolsita. La abrí y cogí una gasa, y espaladrapo, ademas de agua oxigenada y mercromina. Tambien cogí un algodon.
En el algodon, puse agua oxigenada, y se la eche lentamente alrededor de la nariz, y por los labios. Luego cogí otro algodon y eche mercromina, e hice lo mismo, se lo pase por donde sangraba. Luego le puse una gasa en la nariz, y la pege con el espaladrapo.

-Ahora mejor que respires por la nariz -le dije con una sonrisa al reves, de tristeza-. Y Cuidado... y... Lo siento...

Hice que se apoyase en la pared, y le abracé por la cintura cariñosamente, y le dí un dulce beso en la mejilla.

Invitado

- Tranquila- dije tocandome la nariz- no ha sido nada. Culpa mia

La rodeé cariñosamente la cabeza y le di un beso en el pelo, absorviendo su aroma. Ese dulce aroma que desprendia siempre, el que me habia echo quedarme en esta familia junto con ella. Si no fuera por ella, ya me hubiera marchado, pero no podia. Adoraba a Jessie y no la iba a dejar sola, temia por ella.

- Hermanita- dije- Voy a cambiarme, esperame aqui y te acompañare a clase.

Me levante de un salto de la cama y cruze el pasillo hasta mi habitacion, para ponerme el uniforme. Cuando me lo puse fui hasta la puerta cogiendo una naranja por el camino.

- Vamos hermanita- grité- Vas a llegar tarde

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-Vamos... -le dije cogiendole la naranja con una sonrisa maliciosa-. ¡Gracias!

Pelé la naranja en un segundo y la chupé, para que no la cogiese el. Me reí entre dientes, mientras saliamos por la puerta. Me acordé de que mi padre estaba fuera, y dejé la puerta sin darle una vuelta a la llave. Iba muy cerca de Spike, con ese perfume o lo que sea que se echaba, que olía tan bien. Me encantaba estar con el, despues de todas las cosas 'bonitas' que nos decimos. Volví a reírme entre dientes. Comprobé si tenía a Artemis enganchado en la pierna, en su funda, ví que salian chipas hacia mi mano, y pegé un pequeño gemido, por el dolor, pero no era nada, estaba acostumbrada, aunque no me lo esperaba, solo me asuste. Bien. Lo tengo todo. Y los libros estan en clase. Pues ala.

Invitado

Llegue a la entrada de la casa, al parecer papá todavia no habia llegado. Sonreí, mejor asi. Abri la puerta y espere a que entrara Jessie. Una vez dentro, fui a mi habitacion para cambiarme y cojer las cosas necesarias para la pesca. Me senté en el sofa y espere a que terminara Jessie.

Invitado

Nada más llegar a casa, entramos, en silencio, viendo a ver si nuestro padre, estaba, pero no. Cada uno fué a su habitación, me cambié, y me puse una ropa comoda, y botas de pescar. No me gustaban muy largas, así que me ponía unas más pequeñas, como las de hípica. Nada más cambiarme coloqué bien el uniforme, y cogí la caña y la cesta.

-¡Hanabusa! -grité llamando a Nabi-. ¡Vamos a pescar!

Vino corriendo, al parecer del baño, se metió debajo de la cama de un derrape, y cogió las cajas, luego, ya al otro lado de la cama, saltó encima, y de allí al pasillo, derrapó y se fué a la derecha, hacia la salida. Cogí otra caña más, para Spike, y nada más llegé al Salón le dí la cesta, un juguete para Hanabusa, y una caña. La más nueva que tenía, pero de hace mucho, es decir, era vieja pero bien conservada.

-Toma -dije a Spike dandole la caña-. Usala bien.

Invitado

El impacto de la caña sobre mis piernas me sobresalto. La cojí y me puse de pie de un salto para salir de casa delante de Jessis.

- No me apetece mucho pescar, pero por hacer algo...- dije al pasar a su lado

Invitado

-Hmm... -dije cogiendole la caña de las manos y lanzandola al suelo; sonó bastante fuerte, pero me dió igual-. Pues quedate, me da igual. ¡Nabi! Vamos. Seguramente esté Kaien.

Salí por la puerta sin mirar atrás, fría y distante, como solía ser, aunque con voz dulce...

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